miércoles, 25 de enero de 2012

Nos educan para decir la verdad mientras nuestros padres saludan a la vecina con sobrepeso y mal carácter diciéndole lo bella que está. Nos obligan a confesar nuestros secretos frente a los demás sin querer revelarnos ni su verdadera edad. Nos dicen que debemos ser siempre amables porque "ama a tu prójimo como a tí mismo". Nos dicen que las necesidades ajenas están antes que las nuestras, echándonos en cara lo que "hacen por nosotros". Desde pequeños nos tratan de meter en el cerebro que debemos compartir nuestras cosas, aunque fuesen nuestros tesoros personales, con nuestros parientes, aunque ellos se negaban a prestarnos sus juguetes de adultos.

Desde pequeña me han inculcado que debo ser sincera, pero jamás en mi vida he dicho la verdad sin que haya al menos una persona ofendida.

Tachan la hipocresía de inmoral y sonríen a la prima que les cae mal por buena educación, cambiando su personalidad cuando están con otras personas. Nos reclaman sinceridad con cuatro capas de maquillaje, planchado, tacones y fajas. Se quejan porque no somos independientes. cuando de pequeños nos querían hacer todo a su manera, Se molestan porque hagamos las cosas, simplemente porque no las hacemos a su manera.

Piden que los amen por lo que son cuando enamoran con mentiras. 

Sonríes para que los demás piensen que estás bien y te tomas pastillas en clase para que te preguntes que tienes. El sexo es inmoral, los condones están en contra de Dios, el placer es algo de aberrados. 

Nos educan para vivir en el futuro, cuando en realidad, el único momento que tenemos es el presente.

Por cierto...No estoy quejándome. Sólo puntualizo. (:

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